Mi nombre es Wilhelm, y soy un
joven nativo de Canterbury que se ha unido recientemente a la guardia de la
ciudad, cumpliendo un sueño que tenía desde niño: proteger a las gentes de todo
tipo de delincuentes y proporcionarle una buena vida a su familia (compuesta
por su madre, hermano pequeño y un perro andrajoso que se tendría que haber muerto
desde hace mucho tiempo).
Creyente desde pequeño, rezo
cada día para que mi padre (asesinado por un ratero hace mucho) haya encontrado
descanso en el cielo.
Como guardia de la ciudad,
tengo la importante tarea de cuidar de los dignatarios que se congregarán aquí
para el nombramiento del nuevo Arzobispo.
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